lunes, octubre 08, 2007

Mi Testamento

El día llegará en que mi cuerpo yacerá sobre una sabana cuidadosamente arreglada entre las cuatro esquinas de un colchón, localizado en un hospital activamente ocupado en atender a vivos y moribundos.
En determinado momento, un médico comprobará que mi cerebro ha dejado de funcionar y que, irremediablemente, mi vida ha llegado a su término.
Cuando tal cosa ocurra, no intenten infundirle a mi cuerpo una vida artificial con ayuda de alguna máquina, y no digan que me hallo en mi lecho de muerte: Estaré en mi Lecho de Vida, y vean que éste mi cuerpo sea retirado para contribuir a que otros seres humanos hagan una mejor vida.
Den mis ojos al desdichado que jamás haya contemplado el amanecer, que no haya visto el rostro de un niño, o, en los ojos de una mujer, la luz del amor.
Dénle mi corazón a alguna persona a quien el propio sólo le haya valido interminables días de sufrimiento.
Mi sangre dénsela al adolescente rescatado de su automóvil en ruinas, a fin de que pueda vivir hasta ver a sus nietos retozando a su lado.
Den mis riñones al enfermo que debe recurrir a una máquina para vivir de una semana a otra.
Para que un niño lisiado pueda andar, tomen la totalidad de mis huesos, todos mis músculos, las fibras y nervios todos de mi cuerpo.
Hurguen en todos los rincones de mi cerebro. Si es necesario tomen mis células y hagan que se desarrollen, de modo que algún día un chico sin habla logre gritar con entusiasmo al ver meter un gol, y que una muchachita sorda pueda oír el repiquetear de la lluvia en los cristales de la ventana.
Lo que quede de mi cuerpo entréguenlo al fuego, y lanzen las cenizas al viento para contribuir al crecimiento de las flores.
Si algo habran de enterrar, que sean mis errores, mis flaquezas y todos mis prejuicios contra el prójimo.
Si acaso quisieran recordarme, háganlo con una buena obra y diciendo alguna palabra bondadosa a quien tenga necesidad de ustedes.

Si hacen todo esto que les pido, viviré eternamente.

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1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Que bonito pensamiento y si realmente ese es tu deseo yo te sugiero que lo platiques con tu familia (sobre todo tus hijos) porque es muy facil de pedir esto pero para los seres que sufrimos la perdida puede ser algo verdaderamente doloroso.
Mientras leia tu escrito recorde a mis tios recien fallecidos y pude imaginarme a mi tia Carol y ami tio Pepe como donadores pero ... cuando pense en mi tio Gordito el primer pensamiento que se me vino es - QUE NADIE LO TOQUE -
Por eso creo que si deseamos donarnos para compartir con otros debemos preparar a todos los seres que nos rodean y nos quieren.
Bueno eso creo yo ok?
ok-bye

7:30 a.m.  

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