lunes, noviembre 12, 2007

Historia de México 2

En referencia a la entrada de la historia de México, y los amables comentarios que han dejado, va lo siguiente: Un comentario se refería a que Hidalgo apoyaba a Fernando VII, y Fernanda comentó que Hidalgo ya se había muerto en tiempos de Fernando VII. Ese día nos pusimos a platicar al respecto, y ella me aseguraba que así era, que estábamos mal nosotros, y que ahí estaba su super libro de historia que no raja leña, que podíamos verlo (no se por qué me acordé del Dr. Zedillo en ese momento). Ciertamente, como se maneja en el texto, solo se menciona a Fernando VII después de que ya habian fusilado a Hidalgo, vaya, mas adelante y aun durante la guerra de Independencia, pero no se hace mención de lo que estamos tratando. Entonces Rosy y yo le explicamos que no necesariamente el libro de texto escolar estaba completo, que en la escuela nos enseñan parte de la historia, lo fundamental, pero no necesariamente todo. Le explicamos como la historia la escriben los ganadores, y pues lo hacen “corris a mis convenens”. Le poníamos el ejemplo de Porfirio Díaz, que, si bien fue un dictador que se perpetuó en el poder, hizo muchas cosas buenas, introdujo modernidad al país, y otras cosillas, y ya ven, en México no hay una sola calle que se llame Porfirio Díaz (en El Paso sí hay una, cuando vayan para el lado de UTEP por el I-10, van a ver una salida a la Porfirio Díaz). Lo mismo pasa con Manuel Gómez Morín: hasta que ganó el PAN una alcaldía le pusieron su nombre a una calle, siendo que Gómez Morín no solo destacó por ser Panista, sino que tuvo mucha participación en cargos públicos, en la educación, etc., pero esa es otra historia. Volviendo con Fer, le dijimos que ella aprenda lo que viene en los textos, para que pase bien sus exámenes, pero que debe ser consciente que los libros de texto escolares no lo son todo, que hay mas fuentes donde investigar. Al parecer lo asimiló muy bien, no sin tratar de ocultar, infructuosamente, un dejo de tristeza y desilusión hacia su infalible educación primaria. Poco a poco va madurando esta niña mía.
Respecto a la amable recomendación de libros y temas, como lo prehispánico, pues también lo agradezco, no sin hacer mención que, si bien me gusta la historia, pues no toda ella es de mi particular agrado. Y precisamente uno de los temas que no se distinguen por ser de mis favoritos, es el de la época prehispánica: ni Mayas, ni Toltecas, ni Aztecas, ni Incas, nada de eso; si hasta los dibujos que puse para ambientar la entrada estan rete feos. Yo respeto profundamente a quienes les gustan esos temas tan gachos, al fin de cuentas, cada cabeza es un piojero, pero no comparto tan desagradables gustos, con todo respeto, repito. Cómo la ven?

Cumpleaños de mi Mamá

Hoy es el día del cartero. Pero no solo eso. Como dice mi mamá, hoy es fecha gloriosa. Y cómo no va a decir eso, si hoy festeja su cumpleaños (no me pregunten cuantos, al fin y al cabo que no son años, son “experiencia”). Aquí les adjunto algunas fotos de mi mamá, desde que era niña.
Me da gusto que, independientemente de los achaques propios de la edad, mi mamá se encuentra bastante bien de salud, y con muchos ánimos para andar de arriba para abajo, con decirle que hace como un mes que hablé con ella, y le dije que la oía tosienta, y me dijo que andaba un poco resfriada, pero qué tal que con todo y eso se largó con sus amigotes del museo a Santa Bárbara y al Valle de Allende, dizque para visitar unos museos, pero que al final terminó en tremenda pachanga en plena vía pública, en la que corrieron ríos de vino y de tequila, y eso que era casi pura gente de la tercera edad, qué les parece? (bueno, bueno, exageré un poquito, pero es para ponerle emoción al relato).
Anoche hablé con ella, y le pregunté si iba a haber fiesta de cumpleaños, pero me recordó que ella mas bien se festeja el día de su Santo, que es cuando recibe la visita de sus amigas. Mi mamá tiene muchas amistades, mismas que ha cosechado en el transcurso de los años, y que aun sigue incrementando (las amistades, no los años). Hace unos años (3 o 4, no me acuerdo), le hicimos una fiesta sorpresa: mis hermanas en Chihuahua se dieron a la tarea de conseguir el salón, la música (un cantante con su teclado, que puso gran ambiente), y, lo mas importante, estuvieron invitando a amigos y parientes, casa por casa, y pidiéndoles que guardaran el secreto, que no le dijeran nada a mi mamá. Los hijos que estamos en Juárez nos fuimos a Chihuahua, pero no le avisamos a mi mamá, ni llegamos a la casa, of course. Entonces mis hermanas le pidieron a mi tía Armida que le dijera a mi mama que si la acompañaba a una fiesta de una amiga de ellas, porque cumplía años. Mi mamá le dijo que si, y hasta fue y le compro su regalo, y toda la cosa, así que ya se fue con mi tía a la fiesta. Y cuando va entrando... SORPRESA! Ahí estábamos todos, y créanme que éramos un chorro, pero mucha gente, y estuvo bien pero bien padre. Como les comenté al principio, mi mamá tiene muchas amigas, (de la escuela donde trabajaba, del barrio, las de toda la vida, los del grupo del museo, donde mi mamá es activa participante, etc, etc etc). Pues el caso es que la fiesta estuvo de aquellas, y mi mamá estuvo muy contenta (claro que ahora cada año quisiera otra, a ver si se puede mas adelante). Hubieran visto a mis tías y a los del museo echando la polilla, baile y baile. Con decirles que hubo algunos invitados que, después, le hicieron fiesta sorpresa a su mamá, de tan padre que estuvo, y hasta fueron a asesorarse con mi hermana Vicky.
Bien, pero eso es historia. Esperemos pronto organizar otra fiestecita así. Por lo pronto, en esta fecha gloriosa, le mando un gran abrazo y muchos besos a mi mamá, y le deseo que siga cumpliendo chorromil años mas, siempre con su gran entusiasmo y buen humor.
FELICIDADES MAMA!!
Cómo la ven?

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viernes, noviembre 09, 2007

Cementerio

El pasado 3 de Noviembre fui al cementerio, allá en Chihuahua. Fuimos mi mamá, mi hermana Nora, Rosy, mis hijos y yo.
Esta costumbre de ir al panteón cada año me viene de familia, desde que era un niño (hace unos pocos años). Nuestros visitados son mi papá, mis abuelos paternos, mis abuelos maternos, la tía Cuca y por último a mi bisabuelo, Manuel García, oriundo de Valladolid, torero de profesión y con un genio de los mil demonios! (Aqui les dejo una foto de él). Este año también visitamos al abuelo de Rosy, y vaya que batallamos para encontrar la tumba.
Cuando era chico me contaban la siguiente mini-historia: me decían que “los muertos están todo el año en sus tumbas pero, que un día al año, el 2 de Noviembre precisamente, se les daba permiso de salir y sentarse en su tumba todo el día. La historia continúa diciendo que ese día se ponían muy contentos, se arreglaban desde muy temprano, se ponían sus mejores galas, se acicalaban y perfumaban, y salían a esperar a sus visitantes, con grandes expectativas. Al final del día, después de la hora de cerrar el panteón, tenían que regresar a sus tumbas a esperar el siguiente año. Algunos muertos se iban supercontentos, ya que habían recibido la visita de muchos muchos amigos y familiares, y hasta les llevaron flores, a algunos otros música y toda la cosa. Pero también estaban los que se iban a sus tumbas muy tristes, al no haber recibido visita alguna. Esperar todo un año para nada..”
Bueno, la historia es bonita pero no es mas que eso, una historia. Ya siendo un poco mas prácticos, pues además de la visita y alguna oración a nuestros difuntos, pues aprovechar para revisar como están sus tumbas, darles una arregladita, etc. Pude ver con gran enojo que a muchas tumbas les roban los maceteros, o los Cristos (para luego revenderlos), un verdadero sacrilegio, pero pues es la sociedad en que nos hemos ido convirtiendo, ya ni a los muertos se les respeta.

Estando ahi comentabamos que hay gente que va cada 8 días al panteón, religiosamente por años y años. En lo particular se me hace demasiado, quiza hasta un poco enfermizo. Yo creo que hay fechas especiales para ir (día de muertos, día de la madre o del padre, algun cumpleaños), pero eso de ir cada semana... como comenta Iris en su blog, hay que ir cerrando círculos. Pero pues cada quien.
Y ya a la salida, pues lo de siempre: los que venden las cobijas, los de las tazas, muchos puestos de comida (por cierto que no me pude resistir a saborear unas deliciosas gorditas rojas de maíz, mmmh), muchos vendedores de flores, crisantemos sobre todo.
Pues ahora a esperar al próximo año, para volver a la visita, y espero no ser yo el visitado, como la ven?

jueves, noviembre 08, 2007

Historia de México

Hace unos días estaba platicando con Fernanda acerca de la independencia de México. En estas fechas estoy leyendo un libro muy interesante acerca de José María Morelos, según lo relata una de sus mujeres, así que estoy mas o menos fresco en cuanto al tema de la insurgencia. Pero lo que me dio mas gusto es ver que Fer esta super informada del tema. Comenzamos a platicar y le decía yo que si Morelos fue alumno de Hidalgo en el seminario, que si Hermenegildo Galeana jugó un papel decisivo en la guerra, que si José María Calleja había capturado al cura Hidalgo, etc, y rápido me corrigió y me dijo: No se llamaba José María Calleja, se llamaba Félix María Calleja, y capturó a Hidalgo junto con Aldama, Allende y Abasolo en Coahuila, y hasta me dijo el nombre del lugar, con santo y seña. Y luego le decía Manuel a Fer: Ya no estes molestando a mi papá, pero yo respondía: -Ningún molestando, déjala que se instruya! Las niñas de once años tienen una mirada especial para sus padres, una mirada con la que no dicen nada pero, al mismo tiempo, no queda nada sin decir. Todavía no terminaba yo de decir la “a” de instruya, cuando me lanzó esa singular mirada que atravesó todo mi ser y me dejó frío. Era como si me estuviera diciendo: “Ay papá, si con esos sabios consejos me voy a instruir, pues estoy frita”. Y que conste que no me lo dijo de manera verbal, pero una mirada dice mas que mil palabras. Ya no hay respeto, que esperanzas que en mis tiempos... y todavía me la riega porque dice que me las doy de muy conocedor de la historia, y que las neuronas me traicionan...

Pero el caso es que me dio harto gusto poder sostener una plática de esta naturaleza con mi hija de once años, aun mas que soy un apasionado de la historia, en especial la de México, cómo la ven...

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jueves, noviembre 01, 2007

Libros

Este fin de semana fuí con mi familia a Chihuahua. Siempre que vamos para allá llegamos a casa de mi mamá. Y siempre, invariablemente, busco algún libro para traerme (en calidad de préstamo), ya que allá siempre hay algo de literatura. Y eso me lleva a la siguiente reflexión:
En la casa de mis papás no se distinguía precisamente por la opulencia y la abundancia, aunque sería injusto decir que si lo hiciera por la carencia. Eramos una familia modesta que tenía para vivir decentemente. Mis padres tuvieron 7 hijos y se esforzaron mucho por darnos techo, comida y sustento, y una educación por supuesto. Y algo que teníamos de sobra en la casa eran libros. De ahi que todos mis hermanos y yo le tomamos afición a la lectura. Recuerdo una enciclopedia que teníamos, "El Tesoro de la Juventud", que al final quedo hecha garras (ya que si bien nos gustaba mucho leer, no eramos, precisamente, muy cuidadosos de los libros). También tenía mi mamá (y aún tiene), una colección de libros de "Mirasol", que eran mucha novelas. También teníamos los grandes clásicos (aunque confieso que nunca los leí), tales como El Quijote, La divina comedia, Hamlet, etc. Habia uno que se llamaba "Dialogos Socráticos" (y que un dia me pidió prestado mi amigo Alex Cruz, y hasta creo que lo leyó, machúquense esa). También había algunas novelas de Oscar Wilde (La importancia de llamarse Ernesto, El Retrato de Dorian Gray, etc), y muchos otros. Recuerdo una colección completísima de poesías de Amado Nervo. Cuando nos tocaba en la escuela decir alguna poesía, teníamos mucha tela de donde cortar, además de que mi mamá nos sugería algunas que ella conocía, y le gustaban. Y desde que estaba yo en primero de primaria, nunca faltó en la casa el ejemplar del mes de Selecciones. También me acuerdo que un amigo mío, Armando Rocha, me decía que les decía su mamá a él y a sus hermanos que leyeran mucho, así como la hacíamos mis hermanos y yo. Antes yo no le daba importancia a eso, pero ahora, en retrospectiva, me siento orgulloso de esos comentarios. Y algo muy importante: mis papás no estaban nunca diciéndonos que leyeramos, que agarraramos un libro, etc. Solo pusieron los libros a nuestro alcance, y listo. Y no crean que no teníamos tele. De hecho, yo siempre fuí (y sigo siendo) un vicioso de la televisión.
Hago esta reflexión ahora y le agradezco a mis padres que me hayan dado esta oportunidad en la vida. Ahora tengo 2 hijos y, desgraciadamente, no tengo muchos libros en mi casa (aunque cada vueltecita que me doy a Chihuahua aumento mi biblioteca), pero poco a poco ellos, mis hijos, le van tomando el gusto a la lectura, y si no me creen, abran un día la puerta del baño de mi casa, cuando Manuel este cortando cartucho, y claro que lo va a estar haciendo mientras se receta ávidamente un artículo del Selecciones (por algo se empieza), o de perdis, los monitos del periódico del Domingo.
Asi que ustedes que también tienen hijos, incúlquenles sutilmente este buen hábito (ya sea con el ejemplo, o con oportunidades), ya que esta buena costumbre solo deja cosas buenas, cómo la ven?